El margen detrás del margen.

Me estoy reformando: mi freno sobre el desenfreno, mi visión sobre mi situación ahora realista: estoy terminando con el dramatismo, la tragedia y la teatralidad de mi vida, y decir "desaparecer", quizá sea una postura extrema: disolverme, difuminarme, fundirme en el blanco o en el negro, luz u oscuridad, vacío o plenitud, felicidad o infelicidad: dejar de ser por un rato: el tiempo que dure, una hora, una semana, lo que resta de mi vida, de este ciclo, de este círculo que es una de las vidas dentro de mis vidas. Cerrar los ojos hasta que todo pase y abrirlos hasta el próximo periodo de placidez: ¿cuánto he vivido?: ¿cómo he resistido?: De que manera se me fue la vida: persiguiendo fantasmas cuyos nombres tuve que inventar para darle sentido a mi existencia: debo empezar a escribir, no encuentro respuesta al carácter afectado de mis sueños desde hace varios meses.... Escribiré, aunque sea fuera del margen.

(Olvido: siempre un arma de dos filos. No te muevas, o te corta un poco la piel.)










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