Martes.








Llegué aquí un Martes a la caida de la tarde, después de innumerables horas de no dormir y un par de cajetillas de tabacos, por fin el sueño me ganaba la batalla, no quería dormir por negarme al paso del tiempo, cuando mantienes los ojos abiertos las horas pasan más lentas, ojalá nunca hubiese cerrado los ojos por alargar la última noche a tu lado, , sin embargo, no se puede prolongar lo inevitable, y ha pesar de que el cansancio me ha conquistado, dormiré imaginando que estoy junto a ti, como aquellas noches en que nos fundíamos en un abrazo.

S. Parada

Entradas populares