Inviernos perdidos...


La ausencia era el desafío de cada día... La espera prolongada en el café de siempre, en la misma calle clandestina, contemplando el paso de desconocidos perdiéndose entre los callejones... Pasaban las horas como años, no podía dejar de esperar, aún quedaba una sucia esperanza de verte llegar, no podía olvidarte porque el olvido no existe, sólo me restaba escribirte desde mi exilio, sólo me restaba escribirte desde mi, sólo me restaba escribirte desde, sólo me restaba escribirte, sólo me restaba, sólo me.. Sólo.

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