Secreto en Dinamarca

Mi muy querido Nikol:

Creí... Creí que no volverías a escribirme.
Me daba miedo pensar que algo te hubiera sucedido pero me consolaba ese dicho: "las malas noticias corren rápido", pensé... mejor dicho confié en que estarías bien, ¿sabes? Seguro te ves radiante con esa barba larga y ahora más que nunca muero de ganas por verte.

Aquí es primavera y eso me tiene muy contenta, el sol se aparece cada mañana por mi ventanal y me despierta con un beso cálido en mis mejillas.

Ayer después de leer tu carta me quedé meditando en lo bien que me conoces y que a pesar de la distancia, los cambios y la edad, nuestra alma sigue unida como si nunca nos hubiéramos separado.
Cuando me vine a vivir a este hermoso continente creí que mis insaciables ganas de viajar y el incurable amor de vivir en lugares lejanos, se curaría y ha sido lo contrario, esto sea ha vuelto casi una adicción.... y ¿sabes? Siempre te encuentro en ciudades extranjeras y le cuento a mi compañero de camino sobre ti... Él sabe que no hay manera de sentir celos porque tú y yo estamos más allá de algo carnal.

Quiero contarte un secreto: estoy intentando echar raíces, encontré un chalet en el sur de Dinamarca que me llama y a ese llamado no me puedo negar. Es un proceso largo y no sé si sea realizable pero estoy intentándolo todo... Todo. Cruza los dedos por mí, ¿quieres?
Quizás algún día esa casa junto al mar Báltico nos vea hundirnos en un abrazo profundo y por fin los planetas se alineen... por fin volvamos a estar juntos.

Te llevo siempre conmigo.

Dani Regen

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